Ya habrán visto el vídeo: en la prestigiosa casa de
subastas Sotheby’s una obra de Banksy (“niña con globo”) alcanzó en la puja
1.400.000 dólares, pero en cuanto el subastador declamó el formulario “going,
going, gone” (“se va, se va, se fue”, equivalente al mucho más anodino “a la
una, a las dos, a las tres, adjudicado” que se usa en español) la pintura, en
efecto, se fue: un destructor de documentos oculto en el marco la convirtió en confeti,
ante el pasmo, la diversión y los teléfonos móviles inevitablemente enhiestos
de la concurrencia. Otra provocación de Banksy, el artista gamberro, comentarán
al día siguiente los medios, alborozados por poder publicar un titular (y un
vídeo) tan clickbait.