viernes, 9 de agosto de 2024

Groucho y Chico, abogados de Puigdemont

 


EL REPARTO:

FLYWHEEL: Groucho Marx.

RAVELLI: Chico Marx.

PINKY: Harpo Marx.

PUCHI: El molt honorable Carles Puigdemont.

LA SECRETARIA: Laura Borràs.

MIRIAM NOGUERAS: herself.


Se abre el telón. Aparece Puchi sentado tras una mesa de su despacho, hablando por teléfono. Por algún elemento del decorado (un busto de Napoleón pintado con los colores de la Estelada, por ejemplo) se sugiere que la escena sucede en Waterloo.

 

PUCHI: (al teléfono) Sí, Lluís, sí, asistiré a la sesión de investidura. Te doy mi palabra ¿Cuándo he faltado yo a mi palabra?... Bueno, sí, cuando prometí que proclamaría la república, pero aparte de eso… Sí, cuando prometí que no la proclamaría, pero, aparte de eso…y cuando prometí que estaría allí al día siguiente, pero, aparte de eso.... vaya cara se le debió poner al gordo de Junqueras aquel día, por cierto. Habría pagado por verla.  Ah, sí, y cuando prometí que iba a estar presente en las elecciones… pero, aparte de eso siempre he cumplido mi palabra, ¿no?... Ah ¿No? ¿Qué cinco mil euros que te dije que te devolvería?... ah, eso… Es que, Lluís, compréndelo, la independencia no sale gratis… tots hem de fer sacrificis. Oye, te prometo una cosa: cuando hagamos efectiva la independencia y yo sea otra vez President de la Chene de pleno derecho, cambiaré el himno oficial, dels Segadors, a L’Estaca… la de royalties que vas a cobrar, cabrón. Oye, que te doy mi palabra ¿Cuándo he faltado yo a mi palabra? ¿Lluís? ¿Lluís? Vaya, ha colgado. Y sin despedirse.

Entra la secretaria.  

SECRETARIA: Molt Honorable President, ha venido a verle el señor Flywheel.

PUCHI: ¿Quién?

SECRETARIA: Su abogado, Molt Honorable President. El señor Flywheel, del bufete Flywheel and Company. Con dos ayudantes.

PUCHI: Aquí debe haber un error. Mi abogado es el panchito ese ¿cómo se llama? Boye, o algo parecido…

SECRETARIA: Ya no, Molt Honorable President ¿No se acuerda? Renunció. Dijo que estaba hasta los collons de que él le aconsejara algo y usted hiciera lo que le daba la gana. Tuvimos que buscarle otro…

PUCHI: Qué contrariedad. Y ¿qué hace ahora el panchito ese?

SECRETARIA: No lo sé. Creo que se fue a Turquía, Molt Honorable President.

PUCHI: Habrá ido a hacerse un injerto de pelo. Ya le conviene, ya, porque además de feo y sudaca, es más calvo que el chocho de una Barbie. No sé cómo se me ocurrió contratarlo como abogado.

SECRETARIA: Porque era el único que aceptó hacerse cargo de su caso, Molt Honorable President. Por una morterada, eso sí.

PUCHI: no te preocupes por eso, que lo pagan los pringad… los patriotas de pedra picada que hacen donaciones al Fons de Resistència. Cataluña está llena de pringad… de patriotas dispuestos a sacrificarse por el país. Incluso si el sacrificio implica rascarse el bolsillo. Que ya sabemos que eso, para un catalán, es muchísimo sacrificio.

SECRETARIA: Pues menos mal, porque el alquiler de este palacete con piscina en Waterloo no es moco de pavo.

PUCHI: Y mira que hay abogados de campanillas en Barcelona, y que ninguno haya querido aceptarme como cliente… botiflers, que son todos unos botiflers. Traïdors a la Pàtria. Pero esos Flywheel no me suenan ¿Son buenos?

SECRETARIA: No le sabría decir, Molt Honorable President. Buena fama, lo que se dice buena fama, no tienen. Pero son los únicos que han aceptado hacerse cargo del caso.

PUCHI: Por una morterada, imagino.

SECRETARIA: Por morterada y media. Pero es que ni pagándoles lo mismo conseguíamos a nadie. Un abogado de Barcelona llegó a decir que no tocaba ese asunto ni con un palo de dos metros.

RAJOY: Está bien. Quin remei. Que pasen, que pasen.

Entra GROUCHO, en el papel de Flyhweel, seguido de CHICO, en el papel de Ravelli, y HARPO, en el papel de Pinky. Avasallando, los tres se suben al escritorio, rodeando a Puchi.

GROUCHO: ¡Más madera! ¡Es la guerra! ¡Paren las rotativas! ¡Mi cliente no contestará ninguna pregunta si no es en presencia de su abogado!

CHICO: Pero jefe, si usted es su abogado, y está presente.

GROUCHO: ¿Puede usted demostrar eso?

CHICO: Pues… ¡telegrama para el señor Flywheel! ¿dónde está el señor Flywheel?

GROUCHO: ¡Aquí! ¡Presente!

CHICO: ¡Ajá! ¿Lo ve? Ha dicho presente. Luego está presente.

GROUCHO: Puedo haber mentido. Al fin y al cabo, soy abogado. En fin… ¿quién es el pollo al que tengo que desplumar, digo representar?

SECRETARIA: Oiga, un respeto. Su representado es el Molt Honorable President de la Generalitat de Catalunya.

GROUCHO: Caramba, vaya título más largo para un pollo tan bajito ¿Ya le cabe? A usted sí le cabría. Vaya pedazo de mujer. Parece una jugadora de baloncesto subida a un taburete.

SECRETARIA: Oiga, no sea tan grosero.

GROUCHO: ¡Vaya! ¿me ha oído desde ahí arriba? Pero dígame, ¿usted no es la consellera que guindó tanto dinero en contratos públicos? ¿De cuánto dinero estamos hablando? ¿quiere usted casarse conmigo? conteste a la primera pregunta.

SECRETARIA: Varios millones, según el juez. Pero eso es un infund...

GROUCHO: ¿Varios millones? ¿Es que no se da cuenta de que estoy diciendo que la amo? casémonos inmediatamente. Usted paga la boda.

Mientras tanto, Harpo ha sacado del interior de su gabardina un sillón de barbero, ha obligado a Puchi a sentarse en él, le ha envuelto en una sábana ajustada al cuello y, con unas enormes tijeras que también ha sacado del interior de su gabardina, se dispone a cortarle el flequillo…

PUCHI:¡Oiga! Pero ¿Qué hace? ¡El flequillo no!

GROUCHO: Ay, qué muchacho. Es que le gusta tomar el pelo a la gente. En eso se parecen, es lo que usted ha hecho con todos los catalanes. Y algunos encima le ríen la gracia…

PUCHI: ¡Oiga! ¿qué insinúa?

GROUCHO: Yo soy como TV-3 o el diario Ara: mientras usted me pague bien, yo insinúo lo que quiera. Y a la giganta del pi esa de ahí, también le insinúo lo que quiera, y gratis. Siempre y cuando alguien me preste una escalera (canta) para subir al madero para quitarle los clavos a Jesús el nazarenooo…

CHICO: No cante eso aquí, jefe.

GROUCHO: ¿Por qué no? ¿no hay sequía en Cataluña? ¿No quieren que llueva?

CHICO: Sí, pero es una canción muy charnega de Serrat, que también es charnego, y a los de aquí no les gusta lo charnego…

GROUCHO: Ah, bueno, pues entonces les cantaré la estaca, que es más catalana com cal y más sugerente. ¿Quieres que te meta la estaca, vaca mía?

SECRETARIA: Per Déu, qué desagradable es usted…

GROUCHO: ¿Verdad? Y eso que no me ha visto desnudo… todavía. Pero la noche es joven.

PUCHI: Bueno, dígame, ¿Cómo va a defender mi caso, señor Flywheel?

GROUCHO: En primer lugar, lavaremos su imagen (se remanga) Ravelli, traiga una manguera y veinte litros de lejía. Esto va a ser un trabajo duro…

CHICO: Esto no se lava ni con cien litros de lejía, jefe.

GROUCHO: Bueno, siempre podemos hacerle un cambio de imagen (a Harpo) Muchacho, cámbiale la imagen.

Harpo asiente, saca un gran mazo de madera de la gabardina y le propina a Puchi un contundente mazazo.

PUCHI: ¡Ay!

GROUCHO: He dicho que se la cambies, no que se la deformes. La idea es que se le vea mejor.

Harpo hincha los carrillos y sacude la mano, expresando que eso es muy difícil.

GROUCHO: Míralo por el lado bueno. Ha quedado tan mal con todo el mundo, que peor no puedes dejarle.

De pronto Harpo tiene una idea, saca una bolsa de papel del interior de la gabardina, le practica dos agujeros para los ojos y cubre con ella la cabeza de Puchi, y pinta sobre ella una boca sonriente.

GROUCHO: Buena idea, así mejora mucho. Pero debería vérsele la cara. Es un capricho: la gente quiere saber cómo la tiene.

CHICO: Pues yo diría que bastante dura.

GROUCHO: Es cierto, en esa cara se podrían partir almendras. (a Harpo) Bueno, tú haz lo que puedas.

Harpo asiente, le quita la bolsa de la cabeza a Puchi, le encasqueta una barretina hasta las orejas, le embadurna la cara con espuma y procede a afeitarle.

PUCHI: (por entre la espuma de jabón) Pero oigan, yo no les he contratado para mejorar mi imagen. Lo que quiero es que me apliquen la amnistía de una puta vez…

GROUCHO: Eso es fácil. Diga que lo de la independencia fue de mentira.

PUCHI: Eso nunca.

CHICO: Es que fue de mentira…

PUCHI: Durante cinco segundos, fue de verdad.

GROUCHO: Pues diga que no fue su responsabilidad, que usted no es president de la Generalitat.

PUCHI: ¡Es que lo soy!

GROUCHO: Desde que usted se largó a Waterloo, se han elegido dos presidents más, y ahora ya son tres.

PUCHI: Pero yo soy el único President legítimo.

GROUCHO: ¿Alguien se cree eso cuando lo dice?

PUCHI: Claro que sí ¿Quién piensa usted que me da dinero para que pueda vivir en este palacete?

 GROUCHO: Caramba, tiene usted montada la estafa más fina de la historia.

PUCHI: no es una estafa: nunca renuncié al cargo, y nunca traspasé el poder. Luego, sigo siendo el presidente legítimo.

GROUCHO: Ah, un tecnicismo pillado por los pelos. Asombroso ¿y le funciona? Se merece usted el título de Águila de la Ley más que yo.

CHICO: Jefe, a usted no le llaman el águila de la ley. Le llaman el buitre de los juzgados.

GROUCHO: Bah. Otro tecnicismo ¡Basta! ¡A trabajar! ¿Dónde está esa gigantesca beldad?

Entra Miriam Nogueras.

MIRIAM NOGUERAS: ¿Alguien me llamaba?

GROUCHO:  ¡Dios santo! ¡Ravelli, avise al zoológico, rápido! ¡Dígales que se han dejado abierta una jaula!

MIRIAM NOGUERAS: ¡Qué desagradable y zafio es usted! ¡Seguro que es español!

GROUCHO: Ravelli, saque a esa cosa de aquí o tendré pesadillas por la noche.

Chico se marcha con Miriam Nogueras. Groucho coge el teléfono.

 GROUCHO: ¿Oiga? Es usted la secretaria que parece una jugadora de baloncesto subida a un taburete?

SECRETARIA: ¿Ahora qué quiere?

GROUCHO: Lo primero, saber si está usted vestida adecuadamente. Si no lo está, venga aquí ahora mismo. Si lo está, vaya a desnudarse. Y de paso encargue un refrigerio, que tenemos almuerzo de trabajo: traiga cuatro raciones de jamón de Jabugo, cuatro raciones de langostinos, cuatro raciones de esqueixada de bacalao, cuatro raciones de butifarra con mongetes, cuatro botellas de ratafia, cuatro de whisky, cuatro de cava…

HARPO: (toca la bocina) Moooc, Moooc…

CHICO: Y dos huevos duros.

GROUCHO: Y dos huevos duros. También ponga cuatro relojes de pulsera con diamantes, cuatro toneladas de confeti, cuatro deportivos descapotables, cuatro fiestas de cumpleaños con payasos, cuatro viajes al Caribe con los gastos pagados…

HARPO: (toca la bocina) Moooc, Moooc…

CHICO: Y dos huevos duros.

GROUCHO: Y dos huevos duros. Póngase usted un bikini, tiéndase sobre una bandeja de plata y haga que nos la traigan con el resto. Mande la factura al Fons de Resistència, estoy seguro que los aguerridos patriotas catalanes la pagarán con gusto. (cuelga) Bueno, ¿Por dónde íbamos?

CHICO: Quería ponerse a trabajar…

GROUCHO: ¿En serio? Debía estar enfermo y deliraba… Bueno, en fin, tenemos que preparar nuestra línea de defensa. Y la mejor defensa siempre es un buen ataque. Así que empezaremos por querellarnos contra todo el mundo. …

PUCHI: Pero yo no quiero querellarme. Sólo quiero que me amnistíen. Y que me reconozcan como el legítimo President, para poder cobrar la pensión.

GROUCHO: No sea pesado, hombre. Todo lo que tiene que hacer es permanecer callado. Así se olvidarán de usted pronto.

PUCHI: ¿Callado? ¡Nunca! ¡Yo soy la voz de la Cataluña oprimida! ¡No nos callarán nunca! ¿Me oye? ¡Nunca!

Harpo le tapa a Puchi la boca introduciéndole la brocha de afeitar.

GROUCHO: Bien hecho, muchacho. Veo que has comprendido mi línea de defensa. (coge un papel de encima de la mesa de Puchi) Vaya, ¿qué es esto?

CHICO: (coge otro papel igual) Es el programa del procés por la independencia de Cataluña.

GROUCHO: Ah, ¿Y qué dice?

CHICO: Dice que no le costará ni un duro a los catalanes.

GROUCHO: Vaya trola más gorda. Eso es una prueba en contra de nuestro cliente. Hay que destruirla (rompe un trozo del papel. Chico hace lo mismo) ¿Cuál es la siguiente cláusula?

CHICO: Readmisión inmediata de Cataluña en la Unión Europea.

GROUCHO: Otra trola. Esto también hay que destruirlo (rompe otro trozo. Chico hace lo mismo) ¿Qué dice a continuación?

CHICO: No se tocarán las pensiones ni el sistema público de Seguridad Social.

GROUCHO: Esto también fuera (rompe otro trozo. Chico hace lo mismo) ¿Siguiente cláusula?

CHICO: La siguiente habla de los impuestos recuperados ¿se lo leo?

GROUCHO: No hace falta. Seguro que no dice lo que debería decir (rompe otro trozo. Chico hace lo mismo). ¿Siguiente cláusula?

CHICO: No sé… ¿qué le parece si…? (hace ademán de romperlo).

GROUCHO: Me fio de su palabra (lo rompen los dos al unísono. Ya solo queda una tira muy estrecha de papel).

CHICO: Ya sólo queda una promesa electoral.

GROUCHO: ¿Y cuál es?

CHICO: Dice: “La parte contratante de la primera parte será la parte contratante de la primera parte”.

GROUCHO: Bueno, eso sí lo pueden cumplir (le pone el trocito de papel a Puchi en el bolsillo. Harpo lo ha atado a la silla con el cable del teléfono, y lo mantiene amordazado con la brocha en la boca) Tenga, buen hombre, y no me lo agradezca. Para mí es suficiente recompensa la gran cantidad de dinero que me va a pagar por la minuta.

Entra una comitiva de camareros de librea, portando bandejas con todo lo que ha pedido Groucho antes, incluida Laura Borràs en bikini, tumbada sobre una bandeja de plata particularmente larga.

GROUCHO: Ah, no, aquí no. Llévenlo todo a la piscina, si son tan amables. El president ahora está muy ocupado y no debe ser molestado.

CHICO: Sí, tiene que trabajar por el bien de Cataluña.

HARPO: Moooc, Moooc (toca la bocina).

CHICO: Y por dos huevos duros.

GROUCHO: Y por dos huevos duros.

Los hermanos Marx salen, seguidos por toda la comitiva de camareros, dejando solo en escena a Puchi, atado a la silla, con el babero blanco y la brocha de barbero en la boca. Telón.