
Autora: Cristina García Rodero
España cañí. El tormento y el éxtasis. Lo místico y lo mundano. La parábola de los dos cofrades: el cofrade que mantuvo intacta la agudeza de su fe (de ahí su puntiagudo capirote) recibe como premio el mundo en sus manos y espera extático a que el Espíritu Santo ilumine su frente con una cagada mística. Y el cofrade que perdió la agudeza de su fe (de ahí la falta de puntiagudo capirote) se entrega al éxtasis mucho más terrenal que proporciona el vino peleón. “Ojú, qué güeno tá”, parece decir. Mientras desde su rincón, el legionario romano de guardia (una de dos; o aquí falta legionario o aquí sobra casco) medita sobre esta dicotomía mientras se fuma un piti. Semana Santa en Córdoba, entre lo sublime y la cazalla, entre lo místico y lo mundano, entre el tormento y el éxtasis. España cañí.