«(…)La religión agoniza… pero siempre hay que creer en algo. Sería insufrible—no podría soportarse—acabar diciéndose a uno mismo: “Para qué seguir mintiendo? No soy más que un átomo azaroso dentro de ese superacelerador de partículas llamado universo.” Pero creer, por definición, significa creer ciegamente, de forma irracional, ¿verdad? Así que, amigos míos, eso sólo nos deja el linaje, la sangre, que discurre por nuestro organismo, uniéndonos. “¡La Raza!”, como gritan los puertorriqueños. “¡La Raza!”, grita el mundo entero. A todo el mundo, a la gente de todas partes, le queda un última cosa en la cabeza: ¡los lazos de sangre!» A todo el mundo, en todas partes, sólo le queda una cosa…¡Volver a la sangre!
martes, 12 de noviembre de 2013
Volver a la tribu
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Literatura
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