“Entra en el fuego sin miedo, porque renacerás de tus cenizas”, le habían dicho los dioses. Se esforzaba en recordar aquella promesa mientras las llamas abrasaban su carne, el calor resecaba sus mucosas y el humo inundaba sus pulmones. Se esforzaba en recordarla mientras el fuego le sumergía en una polifonía de dolores agónicos, lacerantes. “Pero renaceré de mis cenizas” gritó, sobreponiéndose al dolor, antes de que su lengua, ya reseca, se ennegreciera y carbonizara dentro de su boca.
martes, 23 de febrero de 2021
jueves, 24 de diciembre de 2020
domingo, 25 de octubre de 2020
Dame un abrazo
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Literatura
La
empresa se llamaba H.U.G. (nunca supe qué significaban las siglas) y sus oficinas, pequeñas y austeras (apenas algo más
que un despachito con una antesala en la que montaba guardia la
secretaria-recepcionista) estaban instaladas en el piso de arriba. En el de
abajo abría al público su local, que se denominaba Dame Un Abrazo y se
anunciaba como “El primer centro de cuddling en la ciudad”
—¿Qué es el cuddling?—pregunté.
—¿Qué es el cuddling?—pregunté.
domingo, 31 de mayo de 2020
Capitalismo no es democracia
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Literatura
Hoy voy a recomendar una lectura tocha. Estáis
avisados.
En contra de lo que se dice en la moto que tratan
de vendernos desde las filas del liberalismo (económico) actual, ni el
capitalismo (léase economía de libre mercado) conduce a la democracia, ni la
democracia necesita de la economía de libre mercado (léase capitalismo) para
asentarse (Milton Friedman, en particular, era un insistente vendedor de tan
gripada moto); por el contrario, son sistemas de organización, económica el
uno y administrativa el otro, que entran fácil y frecuentemente en conflicto, cuando no en antagonismo. Y, de hecho, nacieron peleados. Peleadísimos. De eso va el último ensayo que
escribió en vida el recientemente fallecido historiador Josep Fontana
(Barcelona, 1931-2018): Capitalismo y democracia, editado (muy
bellamente, como es marca de la casa) por Crítica.
viernes, 24 de abril de 2020
jueves, 19 de marzo de 2020
El infierno y Texas
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EL INFIERNO Y TEXAS
Yo no voy a dar acceso gratuito a ninguna novela mía para ayudar a sobrellevar este tiempo de confinamiento, como han hecho otros. En vez de eso voy a escribir una novela durante el encierro, y voy a ir colgando los capítulos aquí, en la red, día a día (o, mejor, cada dos días, para que me de tiempo a revisarlo, que esto lo estoy haciendo solo, no tengo editor ni nada, y qué bien me vendría uno para ayudarme en este embolado en el que me he metido yo solo). Será, pues, un folletín por entregas, y rabiosamente pulp: puro entretenimiento, que es lo que ahora hace falta. Será un cruce entre un spaguetti western y una película de vampiros de serie B. Esa es la idea de partida, pero no tengo idea de cómo voy a seguir con el argumento, eso lo improvisaré sobre la marcha; y, encima, no voy a poder reescribir los capítulos precedentes, porque ya estarán publicados. Pero ahí está la gracia. Empezaré mañana, día 21. El primer capítulo se titulará "Un pueblo llamado Transilvania, Texas".
lunes, 2 de marzo de 2020
¡Me cago en Godard!
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Cine,
Comics,
Literatura
Afirma Pedro Vallín, reputado
crítico cinematográfico de La Vanguardia y autor del ensayo que se titula como este artículo, que si te crees intelectual y
progre, no te sientas culpable por disfrutar como un enano viendo el último
blockbuster de Hollywood. Porque el cine popular, el cine palomitero, el de
Hollywood de toda la vida, es con frecuencia emancipador y vehicula ideas
progresistas (sin pretender dar la brasa con ellas, lo cual es muy de
agradecer), mientras que el cine de autor, sobre todo el europeo, suele tener
un notable sesgo pequeñoburgués, autoindulgente y ensimismado. Y, encima, les
encanta dar la brasa. Sí, Godard, estoy hablando de ti. Y de ti, Bergman, no mires
para otro lado. Y qué decir de ti, Haneke, so cenizo. Y a ti, Lars Von Trier, que
es que no hay quien te aguante. Señor, qué turra.
viernes, 21 de febrero de 2020
Beigbeder es inmortal
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Escritores,
Literatura
Frédéric Beigbeder comparte mucho con Michel Houellebecq:
la nacionalidad francesa, una relación amistosa (o eso dice Frédéric; Michel,
que yo sepa, nunca se ha pronunciado al respecto) el tener un apellido
impronunciable, el gusto por la autoficción y la condición de enfant terrible
de las letras francesas contemporáneas. Por cierto, tiene su guasa que te consideren un enfant
terrible cuando ya hace mucho tiempo que has perdido la posibilidad de
cumplir los cincuenta; a partir de cierta edad (esa) aún se puede ser terrible
(con frecuencia, en el peor sentido del término), pero enfant, nanay. Te
pongas como te pongas.
sábado, 1 de febrero de 2020
Yo quería ser Marcello Mastroianni
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Autoficción
La primera vez que vi La dolce vita, al
salir del cine me dije: “cuando sea mayor, quiero ser Marcello Mastroianni”.
Bueno, en realidad no me dije “cuando sea mayor”, porque por aquel entonces
—era 1976, o 1977; quizá 1978, y con Franco recién muerto había en los cines
una avalancha de estrenos de películas largo tiempo prohibidas por la
dictadura; entre ellas El gran dictador, Viridiana y La dolce vita—aunque
era un niñato recién salido del cascarón, aún imberbe y con la mayoría de edad
todavía por estrenar—entre otras cosas que también tenía sin estrenar— ya me
consideraba un correoso adulto. Santa inocencia.
domingo, 26 de enero de 2020
Isaiah Berlin, sobre el nacionalismo
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Cómo está el patio,
Escritores,
Literatura
A veces… bueno, no, casi siempre: ante la avalancha apabullante de
la actualidad, es bueno apagar la tele, o cerrar el buscador de noticias de
Google, o lo que sea que use uno para picarse actualidad en vena a chorro
continuo, y permitirse un poco de tiempo muerto para dedicarlo a la reflexión,
a tomar perspectiva, a observar el conjunto en vez de estar constantemente
pendiente de los constantemente cambiantes detalles. Para eso va muy bien sentarse
en un sofá cómodo, servirse una copa y leer con tranquilidad a alguno de los
pensadores que haya dedicado tiempo, neuronas y tinta a reflexionar sobre el
problema que de tan rabiosa actualidad se nos antoja. Descubriremos así que, en
el fondo, no es tan de rabiosa actualidad, siempre ha estado ahí.
domingo, 19 de enero de 2020
Que te calles, zorra
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Literatura
Mary Beard (distinguida latinista, catedrática de
Clásicas en Cambridge y miembro de la Academia Británica, entre otros títulos
igualmente rimbombantes) es, sin duda, la persona viva que más sabe sobre la
Roma clásica. Ha sabido transmitir estos conocimientos al público no
especializado en documentales de la BBC y una serie de ensayos históricos de
carácter divulgativo, altamente recomendables (El triunfo romano, Pompeya,
La herencia viva de los clásicos, SPQR) en los que la profundidad no
está, en absoluto, reñida con la amenidad. Pues Mary Beard escribe muy bien;
tiene un estilo ágil, entretenido y, con frecuencia, sutilmente irónico, que le
habrían envidiado tanto el mismo Ovidio como el mismísimo Plinio el Viejo. O su
admirado Tácito.
jueves, 12 de septiembre de 2019
Mujer en el espejo contemplando el desastre
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Autoficción
—Debería hacerme un retoque así—dijo María ante el
espejo, mientras se estiraba la piel por detrás de las orejas, convirtiendo su
rostro en una máscara tan tersa e inexpresiva como la de Michael Myers, el
asesino de las películas de la saga Halloween.
—No, no deberías—dije yo. No me atraía nada la
perspectiva de besar a Michael Myers en los labios de goma.
—Nada muy radical. Lo justo para hacer desaparecer
las líneas nasogenianas y las patas de gallo.
—Pero a mí me gustan tus patas de gallo. Y tus
líneas nasogenianas. Sea eso lo que coño sea.
María se giró para mirarme como si, de pronto, se
hubiera dado cuenta, con cierto disgusto, de mi presencia en la habitación.
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