El proceso soberanista catalán está condenado al fracaso,
porque no se dan las condiciones objetivas necesarias para su éxito. Que son,
básicamente, tres, y detallaré más adelante.
Por falta de ellas, el procés es un perro muerto al que tertulianos,
columnistas y políticos del soberanismo
catalán insisten en fingir que oyen ladrar, lo cual parece un poco idiota pero
es comprensible, y al que tertulianos, columnistas y políticos de la derecha española insisten en seguir pegando patadas, lo cual parece un poco
idiota, punto (aunque quizá sea más una cuestión de mala fe que de idiotez).
miércoles, 12 de julio de 2017
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