lunes, 20 de julio de 2015

Milena en la playa

MILENA—No me interesa la política—sentencia Milena mientras se unta crema solar, tumbada sobre la arena dorada de una playa de Cadaqués. Y rubrica la sentencia con un encantador mohín de disgusto. Es su reacción ante los comentarios en voz alta que se me escapan al leer el periódico. Comentarios, en los que, de pronto me doy cuenta, me he dejado llevar por la indignación. Pero es que esos cabrones tecnócratas de la Unión Europea. Pero es que esos cabrones del gobierno de la Generalitat. Pero es que esos cabrones del gobierno español. Pero es que la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, la nueva Ley Forestal, la nueva Ley Laboral…Me siento asfixiado, me siento pisoteado, con unas ganas indecibles de gritar.
—¡Pero tengo razón!—Digo, casi grito. Y Milena, indolente, exquisita, relajada, brillando al sol bruñida de Coppertone, me pone en mi sitio con unos calmados susurros, sin siquiera abrir los ojos.