Ya habrán visto el vídeo: en la prestigiosa casa de
subastas Sotheby’s una obra de Banksy (“niña con globo”) alcanzó en la puja
1.400.000 dólares, pero en cuanto el subastador declamó el formulario “going,
going, gone” (“se va, se va, se fue”, equivalente al mucho más anodino “a la
una, a las dos, a las tres, adjudicado” que se usa en español) la pintura, en
efecto, se fue: un destructor de documentos oculto en el marco la convirtió en confeti,
ante el pasmo, la diversión y los teléfonos móviles inevitablemente enhiestos
de la concurrencia. Otra provocación de Banksy, el artista gamberro, comentarán
al día siguiente los medios, alborozados por poder publicar un titular (y un
vídeo) tan clickbait.
domingo, 7 de octubre de 2018
domingo, 9 de septiembre de 2018
La Diada de la Marmota
de centro-derecha a extrema derecha: el President Mas, el President Puigdemont y el President Torra brindando con ratafia por la Diada y el referéndum. |
Ya está aquí la Diada de nuevo. Y con ese motivo
pensaba colgar en las redes una estrofa de La mala reputación, esa canción de Georges Brassens que tanto hace arrugar la
nariz a nacionalistas, patriotas y otras gentes serias, formales y de bien: “En la fiesta nacional yo me quedo en la cama
igual/que la música militar nunca me supo levantar/en el mundo pues no hay
mayor pecado/ que el de no seguir al abanderado”. Pero no lo voy a hacer,
porque ya lo hice el año pasado, y el anterior. Sí, me repito mucho. Más que el
ajo, o la Diada. Porque hace como cuatro años que la Diada parece el día de la
marmota. Coño, hace ya como cuatro años que parece que Cataluña entera viva en
el día de la Marmota.
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