No es Photoshop. No es un dibujo ni una pintura efectuada con ánimo irreverente por ningún artista anticlerical con ganas de choteo. Esta vidriera es de verdad, y se puede contemplar en todo su esplendor en una catedral de verdad, la de Valencia concretamente ¿En qué estaría pensando el obispo cuando mandó ponerla? no me lo diga, no me lo diga, monseñor, que ya me lo imagino... es usted un picarón...
miércoles, 12 de enero de 2011
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