Muchas veces lo he pensado: qué lástima no haber nacido francés. Parisino, a ser posible. (bueno, casi más veces he pensado "qué lástima no haber nacido italiano", pero eso fue antes del berlusconismo rampante).Por diversos motivos. La televisión francesa me acaba de dar uno más.
sábado, 18 de junio de 2011
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